Aunque el tiempo está siendo lluvioso (creo que hacía un año que no llovía) la temperatura es increíble, el olor a mar y la tierra volcánica nos trasladan a un estado onírico, dónde el tiempo no importa. La sala en la que estamos trabajando mide unos 1100 metros cuadrados, estamos bastante anchos y lo que podría ser normal en cualquier otra parte del mundo, aquí no lo es; NO HACE FRÍO. Es un antiguo convento reconvertido a sala de conciertos en la que nos encontramos muy a gusto y en la que daremos un concierto el Sábado día 3.
Tenemos un buen número de alumnos y la verdad es que son gente muy especial, participan en la clase muy activamente y son inquietos a la hora de pedirnos explicaciones respecto al trabajo que les pedimos que hagan. En definitiva, muy buen rollo.
Viaje muy recomendado a todos, por favor, tomad nota;
LANZAROTE y su preciosa villa de Teguise.
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